Con la iniciativa de organizar este ciclo de charlas, el Patronato de “La Santa” quiere sumarse a la iniciativa del papa emérito Benedicto XVI, que en su día puso en marcha el “Atrio de los gentiles” como forma de propiciar el diálogo y el encuentro entre creyentes y no creyentes, entre creyentes de distintas confesiones religiosas, entre ciencia y fe, entre la cultura católica y las culturas del mundo actual. Como bien señala el Consejo Pontificio de la Cultura: “Se trata de un espacio de expresión para los que se hacen preguntas acerca de la propia fe y para los que no creen, una ventana abierta al mundo, a la cultura contemporánea y a las voces que ahí resuenan.”
Como se sabe, el atrio de los gentiles tiene su origen en la reconstrucción del templo de Jerusalén. En él había un espacio en el que podían entrar todos, judíos y no judíos, creyentes o paganos (gentiles). Allí los maestros de la Ley -del Libro- conversaban con todos aquellos que deseaban hacer preguntas acerca de Dios en un intercambio respetuoso. Continúa diciendo el Consejo Pontificio: “Este era un espacio que todos podían atravesar y en el que podían permanecer, sin distinciones de cultura, lengua o profesión religiosa, un lugar de encuentro y diversidad.”
Es por ello por lo que el Patronato de “La Santa” ofrece a todos un ciclo de charlas que aborda precisamente la experiencia profunda personal, mística, en las tres religiones del Libro - judía, cristiana, musulmana-, las más cercanas y presentes en nuestro entorno cultural. En dicha experiencia lo divino parece convocar a un abrazo íntimo que hace exclamar al alma: “Quedéme y olvidéme, el rostro recliné sobre el Amado…”, o a Este susurrar: “Deja que la luz de tu corazón te muestre que somos Uno”, en San Juan de la Cruz o Rumi, para comprender en ella “la ciencia de la sagrada unidad”, en palabras de Moisés de León.
El ciclo es también un homenaje a Juan Antonio Yáñez, que en charlas informales prometió un artículo sobre la universalidad del mensaje de Santa Eulalia que no pudo redactar en vida y que a buen seguro estará escribiendo allá arriba, junto al Misterio.
Juan Valero Sánchez
Fundación La Santa de Totana
